El mindfulness es una meditación centrada en la respiración, se basa en entrenar nuestra atención de forma activa para dejar atrás estímulos superficiales. Es decir, consiste en centrar la atención en ti y en tu cuerpo para desconectar y conseguir, a la larga, un estado de bienestar generalizado.
Uno de los grandes beneficios de esta práctica, de tradición budista, es que nos permite aprovechar momentos de nuestra vida diaria, para ejercitar nuestra atención y ayudarnos a desconectar de todo. Y es que está comprobado que este trabajo de atención tiene un efecto en determinadas áreas cerebrales relacionadas con el estrés, la memoria, la empatía, la productividad y las relaciones sociales.
¿Pero qué resultados obtendrás?
Son muchos los beneficios que tendrás con esta terapia zen tanto a nivel físico como emocional, y que te permitirán aumentar tu bienestar. Tendrás menos nivel de estrés; más atención y concentración, mejorarás tu capacidad de aprendizaje y de memoria; tendrás mayor capacidad para superar situaciones difíciles; aumentará tu creatividad; la intuición; estarás más empática y, además, incluso dormirás mejor al estar más relajada.
Aprovecha situaciones de tu vida diaria para ponerlo en práctica
Puedes disfrutar del café por la mañana centrando toda tu atención en su olor, en su sabor, en el color. Intenta, una vez al día, realizar una comida en absoluto silencio. Incluso mientras te estás duchando puedes ejercitar la atención y la concentración, prestando especial atención a las partes de tu cuerpo, a las sensaciones físicas, de los pies a la cabeza.
Incluso aprovecha un paseo corto o el trayecto del aparcamiento a la oficina para observar cosas concretas, en detalle: personas que te cruzas, en los coches que encuentres parados en el semáforo, números de los portales o simplemente en el ritmo de tus pasos.
Si decides practicar el mindfulness también es muy importante que contemples el mundo desde lejos, con sólo un ratito es suficiente. Y es que otro fundamento de esta técnica se basa en la auto-observación desapegada de los procesos mentales habituales. Es decir, consiste en mirar hacia dentro de uno mismo sin esperar nada, sin hacer juicios, simplemente para descubrirte a ti y a tu cuerpo, y llegar a un estado de bienestar generalizado.
Iniciarse en el mindfulness es mucho más fácil de lo que parece, así que aprende a apaciguar tu mente porque verás como cambiará tu vida, te sentirás bien ¡serás más feliz! ¿Sino por qué crees que está cada día más de moda?
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